Son muchos los consejos que podemos encontrar por Internet acerca de cómo preparar y presentar un blog, pero generalmente están centrados en la atracción de lectores y su posicionamiento. Por ello, en este artículo he querido centrarme en aspectos relacionados con la lengua, pues un buen contenido acompañado de una buena prosa aumentará la calidad de tu blog y te proporcionará una mejor imagen de marca.
1. Redacta títulos que resuman las ideas principales de tus entradas. Tu blog expresa unas ideas concretas, destácalas desde el principio. Un título que defina de forma clara la idea general de tu escrito atraerá un público interesado, facilitará su búsqueda y transmitirás la idea principal nada más empezar.
2. Escribe correctamente. La lengua es algo maravilloso, ¡es un arte! Permite que nos comuniquemos y gracias a ella somos capaces de transmitir ideas, grandes ideas, ¿por qué estropearla? Puede que sea moderno escribir mensajes llenos de emoticonos y ausentes de toda vocal ( cm n st jmpl [1]) pero, ¿te imaginas estar leyendo este tipo de textos todo el día? Una imagen vale más que mil palabras, pero un emoticono difícilmente puede sustituir la emoción de unas palabras acertadas.
3. Redacta frases con sentido “humano”. Tu texto va a ser leído por personas. El posicionamiento es importante para que localicen tu sitio web, pero llenarlo de palabras claves, muchas veces metidas con calzador, puede llegar a ser una experiencia… olvidable. Redactar un texto para los buscadores te permitirá conseguir visitas, pero difícilmente estas visitas van a convertirse en seguidores fieles de tu blog. Hay técnicas dirigidas a fidelizar lectores que son más efectivas que el posicionamiento y que no te obligan a repetir sistemáticamente una palabra; busca cuáles se ajustan mejor a tus necesidades de promoción y trabájalas. Tus seguidores quieren leer contenido valioso, “humano”, no uno posicionable, “robotizado”.
4. Revisa la ortografía y la gramática. Un escrito con faltas de ortografía y errores gramaticales dificulta la lectura, y muestra el bajo nivel cultural de su redactor. Es muy difícil llegar a ser Cervantes, pero puedes poner remedio: redacta frases cortas y sencillas, y utiliza el corrector de tu procesador de textos. Podrás transmitir tu mensaje de forma simple y, con el tiempo, seguro que mejorarás tu prosa; es cuestión de práctica y algo de estudio. Las referencias indicadas al final de este artículo te ayudarán.
5. Enriquece tus escritos. “¡El inglés en mil palabras!” Es cierto que con mil palabras podemos desenvolvernos casi sin problemas dentro de un entorno lingüístico, pero la lengua es muchísimo más que mil palabras. ¿Sabías que la última edición del DRAE recoge 93.111 entradas, 5.000 de las cuales son nuevas? Procura evitar repeticiones o un uso excesivo de un vocablo determinado, enriquece tus textos con sinónimos, incluso con frases hechas y refranes que vengan al caso. Conseguirás textos variados y amenos.
6. Escribe y reescribe. Una vez hayas acabado tu primer borrador, déjalo reposar. Debes trabajarlo como un panadero trabaja su masa para hacer pan. Escribir, dejar reposar, leer y reescribir. Una y otra vez, hasta que en una última lectura consideres que tu texto refleja correctamente en fondo y forma aquella idea que querías expresar. La escritura es un proceso vivo.
7. Transmite las ideas de forma clara. Elabora frases cortas. Facilitan la lectura, la agilizan y te obligan a ser conciso. El mismo consejo para los párrafos: redacta párrafos breves y centrados en una sola idea.
8. Da tu texto a leer antes de publicarlo. Cuatro ojos ven más que dos y seis más que cuatro. Deja que otros lean tu texto e indiquen sus opiniones. Cuestiones que para ti pueden resultar muy claras, para otros pueden resultar incomprensibles. Huye como de la peste del “yo ya me entiendo” o del “yo ya sé qué quiero decir”, piensa que escribes para tus lectores.
9. Ten en cuenta la tipografía. Una tipografía sencilla pero adecuada facilita la lectura. Ciertas tipografías pueden resultar muy estéticas, pero, más allá de los títulos, dificultan la lectura. Busca una que facilite la lectura, de un tamaño adecuado, incluso que visualmente acompañe el tono con el que quieres impregnar de tu blog.
10. Escribe, escribe y escribe. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”; así es como aprendemos, con la práctica. Si crees que la primera entrada de tu blog es floja, no abandones, insiste, la segunda saldrá mejor que la primera, y la tercera mejor que la segunda… Escribe, escribe y escribe. ¿Quién sabe? Quizás llegues a publicar un libro acerca de tu blog, algunos blogueros ya lo han hecho.
Espero que estos consejos te resulten útiles. Y si necesitas mejorar tu escritura en español, en los siguiente enlaces encontrarás recursos que te resultarán de gran ayuda:
– Diccionarios:
– Real Academia Española: http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae.
– WordReference: http://www.wordreference.com/definicion.
– Sinónimos: http://www.wordreference.com/sinonimos.
– Gramática:
– Real Academia Española: http://www.rae.es/recursos/gramatica/nueva-gramatica.
– Wikilengua: http://www.wikilengua.org/index.php/Portada.
– Conjugación de verbos: http://www.wordreference.com/conj/EsVerbs.aspx.
– Dudas lingüísticas:
– Diccionario panhispánico de dudas de la RAE: http://www.rae.es/recursos/diccionarios/dpd.
– Consultas lingüísticas de la RAE: http://www.rae.es/consultas-linguisticas.
– Fundación del español urgente: http://www.fundeu.es.
– Corpus lingüísticos:
– RAE: http://www.rae.es/recursos/banco-de-datos/corpes-xxi.
– Google Books: https://books.google.com/ngrams (en inglés pero permite realizar búsquedas en español).
– Instrucciones: https://books.google.com/ngrams/info (en inglés).
[1] (Una sonrisa) Como en este ejemplo. (Una sonrisa)